En un mundo marcado por desigualdades y desafíos educativos, el Papa Francisco dejó un legado significativo que continúa inspirando iniciativas como el Minuto de Dios en Colombia

Una Iglesia comprometida con los más necesitados

El Papa Francisco abogó por una «Iglesia pobre para los pobres», promoviendo una fe que se traduce en acciones concretas para transformar las estructuras injustas de la sociedad. En Colombia, el Minuto de Dios ha sido una expresión tangible de este ideal, ofreciendo vivienda, educación y acompañamiento comunitario a lo largo de siete décadas.

Educación como herramienta de transformación

La visión educativa del Papa Francisco se centra en una formación integral que va más allá de la mera transmisión de conocimientos. Propuso un modelo educativo que fomente la creatividad, la innovación y la conexión con la realidad social y ambiental. Criticó los sistemas educativos que priorizan contenidos fragmentarios y desconectados de las experiencias vitales de los estudiantes.


Iniciativas globales para una educación humanizadora

El Papa Francisco impulsó proyectos como «Scholas Ocurrentes» y el «Pacto Global Educativo», buscando una educación que promueva la fraternidad, la justicia social y el cuidado del medio ambiente. Estas iniciativas reflejan su compromiso con una pedagogía que forma personas conscientes de su entorno y comprometidas con el bien común.

El Minuto de Dios: Un eco del mensaje papal

El Minuto de Dios ha integrado la visión del Papa Francisco en sus programas, enfocándose en la educación como eje central para el desarrollo integral y sostenible de las comunidades. Sus acciones reflejan una Iglesia en salida, que escucha y acompaña, construyendo respuestas comunitarias desde el territorio y al servicio del bien común.


Un legado que invita a la acción

El legado del Papa Francisco y la labor del Minuto de Dios nos invitan a asumir una educación que humaniza, que rompe con el individualismo y que promueve la esperanza. Es un llamado a construir una sociedad más equitativa, ética y en paz, donde la educación sea un acto de amor y una herramienta para la transformación social.

Fotografía: https://www.laciviltacattolica.es/